Introducción
Desde que tenía diez años he apuntado mis
sueños. Muchos me han llamado la atención por su duración, sus elementos
fantásticos o su estructura temporal. Me empezaron a llamar la atención sobre
todo cuando tuve uno en el que viví más de un año en una noche. Después tuve una
de sueños serie que yo llamé “las cuatro
vidas”, eran sueños con su propia lógica en los que pasaban días y noches,
y tenían en común también que a medida
que se desarrollaban estos sueños se iban creando lazos emocionales con otros
personajes del sueño (envidia, amor, amistad… etc), entre uno y otro de estos
sueños podían pasar años. No sé, aún podría ampliarse esta serie.
Hace poco pensé, en medio de una ausencia de ideas, que
podría hacer mis sueños en viñetas, escogerlos como me acuerdo de ellos, y
explicando o marcando sus incoherencias de lógica interna ¿Por qué mostrar mis
sueños al mundo? Me pregunté ahí mismo, y la respuesta no fue muy
grandilocuente: Porque sí, porque son
sueños y porque el subconsciente es una boleta*.
*Boleta es una palabra que se usa en Colombia para
referirse a algo ridículo o fuera de tono
Aquí les dejo el primero:
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